Soy Terry Mederos y soy amazónicx

Siempre lo fui, en realidad. Durante mi infancia, me sentí parte de una tribu. Como un personaje mitológico, desde muy pronto supe que no encajaba con el mundo terrenal establecido. Las primeras manifestaciones fueron más o menos mundanas. Con tan solo un año, me encontré al borde de la muerte por culpa de un alimento universal, el trigo. Aquel fue el primer disgusto para mis padres: su hija era celíaca, algo desconocido entonces.

Además, al principio tampoco fui muy buena estudiante. Las monjas decían que no me concentraba. A los siete años, ponía más empeño en leer novelas de Hemingway. Y también me divertía ideando obras de teatro para representar en los recreos. Yo interpretaba, por supuesto, al príncipe azul.

En mi primera juventud, pasé de la exaltación poética de Pedro Salinas al descubrimiento del amor. Nací en el seno de la sociedad tardofranquista, cuando el lesbianismo aún estaba penado con cárcel. No fue fácil crecer sin referentes, sintiendo que a nadie más le pasaba lo que a mí. Pero eso no privó mi adolescencia de pasión y poesía.

Cuando, años más tarde, reuní fuerzas para salir a la luz, lo hice con todas las consecuencias. Sin renunciar a la maternidad, ni a estrenar el matrimonio igualitario, ni a la conquista de cada derecho. Ese fue el germen de un activismo social y feminista que me ha acompañado desde entonces.

Porque creo profundamente en una sociedad más justa. En la buena gente, que es casi toda. Y en que, frente a las trampas del consumismo depredador que quiere comerse las carteras, los cerebros humanos y hasta el planeta entero, estamos las personas de a pie empezando a mirar al monstruo a los ojos. De eso va este blog: de inspirarnos para unirnos, de pensar diferente y de constatar que el cambio es posible. Que aún estamos a tiempo.

Soy amazónicx. Después de 30 años en turismo, de criar a cuatro peques, de superar un cáncer de mama, de volver a casarme y de reinventar mi carrera hacia la innovación y la transformación digital, todavía sigo escuchándome para saber qué quiero ser de mayor. Me he revelado, ante mí y ante el mundo, como persona no binaria o de género neutro. He sustituido mi necrónimo por el apodo por el que mi madre me llamaba en la infancia: Terry. Así, sin connotaciones de género.

Parecen muchos retos, pero sé que hay otros tantos por llegar. Y más importantes aún, porque la humanidad está al borde de un salto evolutivo propiciado por el nuevo escenario post-Covid, que nos enfrenta a una crisis sin precedentes. A la visión de nuestro planeta agotado se suman la toma de conciencia de un colectivo cada vez mayor de personas, y las enormes posibilidades de tecnologías exponenciales que pueden cambiar el orden de las cosas.

Es el momento de despertar, de salir de la cadena humana de montaje y encontrar el camino hacia el verdadero sentido de la vida: la sencillez, el intercambio, la solidaridad, la justicia, la cultura, los valores, el conocimiento.

El viaje será apasionante. Si te sumas, podemos hacerlo en compañía.

Recorrido profesional

Con una licenciatura en Filología por afinidad con el campo de las Humanidades y Máster en Administración de Empresas, he hecho una larga andadura en la empresa pública. Una amplia experiencia en la gestión de proyectos me ha permitido desarrollar planes de mejora de zonas turísticas, estrategias de atención al turista y reposicionamiento de destinos maduros.

Especialista en Transformación Digital por la EOI y en Innovación Estratégica por ESADE, soy miembro de la Cátedra BOB de la Universidad de La Laguna (Cátedra Cajasiete de Big Data, Open Data y Blockchain) y de la Junta Directiva de Turisfera, el Clúster de Innovación Turística de Canarias.

Además de articulista habitual en asuntos de temática social, vuelco mi creatividad en conectar el sector turístico con personas relevantes del mundo de la innovación a través del proyecto UPLOAD .

Desde 2019 ejerzo la Dirección de Innovación y Talento Digital de Turismo de Tenerife. Con la misión de ayudar a transformar Tenerife en un destino turístico inteligente líder, mediante la creación de un ecosistema turístico y tecnológico que haga de palanca para alcanzar la diferenciación estratégica de la Isla. Y con el reto de aportar una mirada innovadora ante el escenario impredecible del turismo post-covid19.

Sobre el proyecto amazónicx

Amazónico, Amazónica, Amazónique, Amazónics… Los proyectos también tienen identidades. El de este, como la mía, es muy versátil. Te invito a descubrir los secretos y tesoros escondidos en esta web. Prometo no dejarte indiferente.