Adiós, hospital

26 de enero de 2012

Nunca olvidaré mi último jueves.

Sonrisa, saludos, preparar el carro: litros de agua hirviendo en el termo, contar los vasos, llenar los botes de leche y azúcar, las cestas con galletas y magdalenas. Tres, dos, uno y empezamos.

Hematología, hospital de día, sala de espera. Enjambres de pacientes recibiendo citostáticos. Saludar, sonreír, animar, no olvides la comanda. Chocolate caliente con nubes de cariño. Abrir la puerta respirando hondo en el Hospital de día de Pediatría: juegos y sonrisas sin pelo, hilera de camitas de pequeños valientes.

Radioterapia, sala de espera. Habitaciones y más habitaciones. Salas a rebosar. Las manos ya han aprendido a preparar cafés e infusiones al segundo con precisión suiza. Ahorra tiempo, déjalas libres para tocar, que la bebida caliente es sólo la excusa para acercarte a quien hoy se siente solo. Pasillos, ascensores, pasan las horas tan rápido y aún nos queda mucho que visitar. Oncología. Hablar del tiempo, mientras sirves a dos manos, convencer a los desganados para que al menos acepten un caramelo. Robas una sonrisa y se te ensancha el mundo.

Mi último jueves. Hasta siempre, compañeras. Yo vuelvo a mi vida anterior, pero no olvidaré nunca que todos los días del año ustedes siguen madrugando para llevar bebedizos de amor a quienes pasan frío en el alma.

También podría gustarte…

Amor sumergido

Amor sumergido

Suena tu móvil a las 5.30. Refunfuño porque todas las noches me pides que ponga el despertador, pero luego el tuyo va...

Cosas de chicos

Cosas de chicos

Aprender a manejarte en tu sexo sentido viene a ser como sacar el carnet de conducir. Aunque no todo es lo que parece.

Cumple tu sueño

Cumple tu sueño

Esta es la historia de una vida paralizada por el agotamiento… y de la naturaleza, siempre balsámica, yendo a su rescate.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.